Thursday, January 19, 2006


Te encantaba hacerme esperar, sabias que pronto me impacientaba, como me exasperaba y lo disfrutabas al máximo, sabias que después de una hora daba vueltas por el cuarto como león en jaula, tomaba revistas que solo hojeaba y dejaba de lado, si me sentaba después de un rato ya estaba de pie y hasta de cabeza, te gustaba que al llegar estaba ansioso, entonces no te daba tiempo de nada y te tumbaba ahí, donde fuera, en el sillón, sobre la alfombra, subiendo las escaleras, en la cama, mis labios rápidamente se apoderaban de los tuyos, de tu cuello, de tu piel entera, con mis manos recorría igual caderas que pelo, tus pies que lamía cual siervo y me gustaba sentirte así, poseída, tan mía y tan imposible como Diosa, te desnudaba con rapidez, con ansiedad pero delicadamente, eras una flor que intentaba devorar, pero antes tenia que contemplar, y lo hacia, podía pasar horas haciéndolo, pero después me sumergía en ti y ya no eras una diosa, tan humana, tan bellamente humana que sentía tristeza al pensar que un día como cualquier cosa en este mundo desaparecerías, así que me aferraba a ti con tal fuerza que escuchaba el crujir de tus huesos, el sonido del reloj me decía que pronto te irías, y me dejabas en esa cama, vacío, con el terror de no volver a verte y me lanzabas un beso desde la calle que te miraba cruzar y te alejabas, y ya quería volver a verte, y ya estaba impaciente por nuestro próximo encuentro…


( 12.agosto.2004)

1 comment:

SOL said...

mmmm dem bueno, eso si es erotismo del bueno, que le puede sonar a uno mas provocador?